La Directiva Marco del Agua (Directiva 2000/ 60/ CE de 23 octubre de 2000) establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas y persigue el alcanzar el buen estado de las masas de agua superficiales y subterráneas, protegiéndolas y evitando su deterioro.
Es un proceso que se inició en 2000 con la entrada en vigor de la Directiva y cuyas medidas finalizan, dentro de una primera etapa, en 2015, con un Plan Hidrológico de Cuenca que se actualizará y revisará cada 5 años. Los aspectos que se consideran clave para lograrlo son la planificación hidrológica, la gestión por cuenca, la componente económica y la participación pública. Estos componentes están ligados a la actividad agrícola y en especial la agricultura de regadío, ya que está relacionada con una de las mayores demandas del recurso agua en nuestro país y tiene un importante componente económico y social.
En la actualidad, la teledetección y sus técnicas están consolidadas como fuente de información fiable y directa para procesos de estimación de superficies en regadío y análisis de cambios entre distintos períodos. Además, existen numerosos estudios de investigación que avalan la aplicación de estas técnicas a estudios medioambientales y en concreto a estudios sobre agricultura. Así en los últimos años, se han incorporado como una herramienta más en la definición del Plan Nacional de Regadíos, distintos Planes Hidrológicos de Cuencas y en el proceso de implementación de la Directiva Marco del Agua. En 2004, la Confederación del Segura inició el estudio mediante teledetección de las superficies realmente regadas en la cuenca, lo que le permite tener la evolución en el tiempo de la demanda hídrica agraria que se produce en su ámbito de actuación.
Este estudio se enmarca dentro de la mejora del conocimiento hídrico de la cuenca completando el periodo 2004-2012.
Más información