La teledetección espacial se caracteriza por su cobertura mundial, su periodicidad en las observaciones, su visión de los objetos más allá del visible, pero sobre todo por su objetividad. Los datos recogidos por los sensores, a bordo de los satélites, en forma de imágenes multiespectrales, son “fotografías” de lo que está ocurriendo en el momento de la toma.
La capacidad de convertir estos datos en información, tiene aplicaciones no solo en agricultura, sino también en la gestión de los recursos hídricos aplicados al regadío.
En el año 1987, el extinto Servicio Geológico del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), realizó el primer estudio de teledetección en España para la Medida y Evaluación de las extracciones de aguas subterráneas en los acuíferos de la Llanura Manchega.
Se trataba de conocer las extracciones que justificasen la disminución de las salidas al río Júcar en su curso medio o la desecación del Guadiana en las proximidades de Las Tablas de Daimiel.
Los métodos, resultados, aplicaciones y sugerencias se recogieron por el autor, Salomón Montesinos, en el Boletín nº 51 de septiembre de 1990 de la revista Informaciones y Estudios del MOPU.
Este mes de septiembre se cumplen 30 años de la publicación de la primera vez que se utilizó la teledetección espacial para la cuantificación y seguimiento de los recursos hidráulicos aplicados al regadío.
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